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THOR: RAGNAROK, de Taika Waititi


La fórmula del cine de superhéroes se desgasta cada vez más rápido, pero nadie esperaba que la serie fílmica del Universo Cinematográfico de Marvel enfocada en el Dios del Trueno tocara fondo de manera tan estrepitosa como lo hizo con apenas su segunda entrega. “Thor: The Dark World” (2013), junto con “Iron Man 3” (2013), se encuentran en los escalones más bajos del ranking de calidad de las películas de su casa productora. Sin embargo, aprendió de sus errores y, sobre todo, tomó notas del éxito alcanzado por otros de sus títulos como “Guardians of The Galaxy” (James Gunn; 2014) y “Ant-Man” (Peyton Reed, 2015) y para el cierre de la trilogía del Hijo de Odín recurrió a un director muy poco conocido por las audiencias masivas del cine industrializado: Taika Waititi, cineasta neozelandés enfocado en el cine de autor que ha regalado a los cinéfilos algunos clásicos de culto como “Boy” (2010), “What we do in the shadows” (2014) y la muy reciente “Hunt for the Wilderpeople” (2016). Su filmografía está basada en la comedia fresca, irreverente y paródica, elementos de los que Marvel está muy necesitada. Aún así, resultó bastante extraña la decisión de llevar hacia la comedia a una serie de personajes e historias que se han sustentado en los conflictos familiares de una realeza divina bajo un tono de tragedia shakespeariana; pero ya atestiguando el resultado en pantalla, sólo podemos asegurar que nadie quedará defraudado. “Thor: Ragnarok” transcurre dos años después de los acontecimientos de “Avengers: Age of Ultron”, y la anécdota narrada aquí comienza con nuestro héroe en cautiverio por una maligna entidad que quiere arrasar con el mundo de Asgard. Luego de derrotar a esta oscura fuerza, Thor regresa a Asgard tan sólo para descubrir que Loki ha estado suplantando a Odín, mientras que el verdadero Padre de Todo ha decidido autoexiliarse en Noruega para sus momentos finales, no sin antes revelarle a sus hijos la existencia de una hermana mayor: su primogénita, Hela (Cate Blanchett), la Diosa de la Guerra que busca reclamar el trono de Asgard. Tras un breve enfrentamiento en el portal interdimensional bifrost, Hela destruye al mítico Mjolnir, derrota a los hermanos y los envía a un planeta llamado Sakaar, un lugar gobernado por el peculiar «Grandmaster» (Jeff Goldblum), donde convergen razas alienígenas de todas partes del universo, y del cual Thor intentará escapar para impedir que Hela devaste Asgard, no sin antes enfrentarse en un espectáculo de gladiadores intergalácticos al favorito del público: el gigante esmeralda. Waititi no se preocupa en lo más mínimo por entregar una historia original –y es que, aunque se lo hubiera propuesto, Marvel se hubiera negado categóricamente–, sin embargo, canaliza toda su energía creativa en dar forma a la película más auténtica y con más personalidad del Universo Cinematográfico de Marvel. “Thor: Ragnarok” rescata el espíritu místico de los orígenes impresos del personaje diseñado por el mítico artista gráfico y co-creador del Dios del Trueno, Jack Kirby, e introduce una estética alucinante para dar vida al mundo de Sakaar en el que quedan varados Thor y Loki y que está extraído directamente de las páginas del arco narrativo de “Planet Hulk”. Con un discurso audiovisual inspirado por la estética pop de los ‘80, el elaborado y cuidadoso diseño de producción frecuentemente recurre a figuras y colores brillantes y un sonido basado en sintetizadores. “Thor: Ragnarok” acierta en no tomarse en serio a sí misma y nos regala cameos como el de Benedict Cumberbatch como Stephen Strange, así como las inesperadas participaciones de Matt Damon y Sam Neill en una secuencia hilarante a pesar de su brevísima duración. A diferencia de otras cintas de Marvel donde el humor –por lo regular muy soso– es utilizado sólo para aligerar la trama, aquí el guión coloca las bromas –ingeniosas y cínicas en su mayoría– como su núcleo, y en torno a ellas va colocando las situaciones que impulsan la trama hasta su climático y explosivo desenlace. Su irreverencia, desfachatez e inexistente miedo al ridículo ponen de manifiesto la libertad creativa que tuvo Waititi para narrar esta historia por demás convencional –argumentalmente hablando–, y a pesar de ser completamente predecible se convierte en la película cómica superheróica mejor lograda del año.

THOR: RAGNAROK 2017 | Dir. Taika Waititi | Actores: Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Cate Blanchett, Anthony Hopkins, Mark Ruffalo, Tessa Thompson, Benedict Cumberbatch, Idris Elba, Jeff Goldblum, Jaimie Alexander, Sam Neill, Ray Stevenson, Tadanobu Asano, Taika Waititi, Karl Urban, Stan Lee, Rob Mayes.

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