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ESO / IT, de Andrés Muschietti


Cuando pensamos en Stephen King, una de las primeras estampas que acude al llamado de nuestra memoria es la del payaso Pennywise. Y es que, a pesar de sus múltiples y graves deficiencias, la miniserie de dos capítulos estrenada en 1990 que adaptó su mastodóntica novela "Eso", tuvo como gran antagonista a un extraordinario Tim Curry, cuya emblemática imagen aterrorizó a toda una generación con su interpretación de sanguinario payaso. 27 años después llega la primera adaptación fílmica de esta popular novela luego de seis años de preparación y sortear obstáculos que dificultaron su materialización, como el inesperado cambio de director (Cary Fukunaga estaba al frente del proyecto pero las diferencias creativas con el estudio obligaron a que dejara su puesto) y del antagonista que ya había sido anunciado (Will Poutler encarnaría al sádico payaso pero el retraso en la filmación lo obligó a abandonar el proyecto). Ahora, bajo la dirección del argentino Andrés Muschietti (responsable de la exitosa "Mamá", su ópera prima que contó con el respaldo de Guillermo del Toro), el demoníaco payaso (encarnado por Bill Skarsgård) verá la luz en una pantalla de cine por primera vez.

Como ya es por todos sabido, "Eso" es la historia de un grupo de siete chicos del poblado de Derry, en Maine, que se ven amenazados por una siniestra presencia que adopta la forma de los peores y más profundos miedos de los infantes –aunque su forma preferida es la de un pérfido payaso– para atraparlos, arrastrarlos a las profundidades del sistema de drenaje del pueblo y finalmente allí devorarlos. El equipo autodenominado como «el Club de los Perdedores» y conformado por Bill (Jaden Lieberher), Richie (Finn Wolfhard), Eddie (Jack Dylan Grazer), Stan (Wyatt Oleff), Ben (Jeremy Ray Taylor), Mike (Chosen Jacobs) y Beverly (Sophia Lillid), descubre que la historia de violencia, desapariciones y asesinatos que se vive en Derry data de siglos atrás y que resurge con fuerza cada 27 años, por lo que deciden dar caza a este siniestro ente para evitar la muerte de más niños del pueblo... y la de ellos mismos.

En esta adaptación, Muschietti se toma bastantes libertades con respecto a la novela y la mayoría de ellas resultan acertadas. Los principales y más acertados cambios se presentan en la estructura de la historia –pues la transporta a 1989 cuando originalmente transcurre en los años 50– y en la actualización de los miedos de los protagonistas; de esta manera nos encontramos con que los niños no son acechados por monstruos como momias, hombres lobo, vampiros o monstruos de la laguna negra –miedos colectivos infantiles durante la niñez de Stephen King gracias a la popularidad del cine de horror manufacturado por Universal Pictures–, sino que son atormentados por la pérdida de seres queridos –Bill perdió a su hermano menor Georgie (víctima de Pennywise) y Mike perdió a sus padres en un incendio– y los profundos traumas causados por sus padres –Beverly es abusada emocional y físicamente por su padre viudo; Eddie es un chico hipocondriaco por la sobreprotección de su madre y Stan es tímido y retraído por su estricta educación religiosa–.

Esta actualización de los miedos más profundos resulta efectiva gracias no sólo a los avances tecnológicos que permiten la materialización en pantalla de estos traumas psicológicos –las apariciones de Georgie, el leproso que aterroriza a Eddie o la sangre que invade violentamente el baño de Beverly– y a la macabra caracterización e interpretación de Skarsgård como Pennywise con un evidente pero discreto uso de efectos generados por computadora, sino también a que se encontraron a los interpretes perfectos para dar vida a este grupo de marginados. Todos y cada uno de los niños intérpretes hacen un trabajo sensacional, tanto en sus escenas en solitario como en grupo; la química es simplemente extraordinaria, su conexión se siente orgánica y de ahí deriva que funcione como su principal arma para luchar contra «Eso».

Pero "Eso" no resulta del todo efectiva, pues aunque se trata de una película bien lograda en la mayoría de sus aspectos técnicos y narrativos, falla en la creación de esa atmósfera de pueblo maldito que exuda cada página de la novela de Stephen King. La película, retratada por la experta lente de Chung-hoo Chung, funciona como una película de aventuras adolescentes con el espíritu de los ritos de paso hacia la adolescencia de grandes clásicos ochenteros como "Los Goonies" ("The Goonies"; ), de Richard Donner y "Cuenta conmigo" ("Stand by me"; 1986), de Rob Reiner –casualmente basada en otra novela de King– y que con éxito ha sido replicada por series como "Stranger Things", pero al momento de seguir los lineamientos del terror mainstream hollywoodense y buscar principalmente los sobresaltos del público a través de shocks visuales y sonoros, deja mucho que desear como experiencia fílmica de horror puro. "Eso", luego de la muy reciente y muy decepcionante versión fílmica de "La Torre Oscura", resulta una más que satisfactoria adaptación; es entretenida y emocionante, como todo blockbuster que se precie de serlo, pero a pesar de que se nota un formidable trabajo de diseño artesanal en el fondo, resulta fallida como la terrorífica pesadilla que su autor original concibió.

ESO It | 2017 | Dir. Andrés Muschietti | Actores: Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Wyatt Oleff, Jeremy Ray Taylor, Jack Dylan Grazer, Chosen Jacobs, Nicholas Hamilton, Jake Sim, Logan Thompson, Owen Teague, Jackson Robert Scott, Javier Botet, Stephen Bogaert, Stuart Hughes, Geoffrey Pounsett, Megan Charpentier.

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