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ATÓMICA / ATOMIC BLONDE, de David Leitch


Hace tres años, la dupla formada por Chad Stahelski y David Leitch dio forma a un frenético filme de acción que se convirtió en objeto de culto pese a su absurda premisa: "John Wick". Protagonizada por Keanu Reeves, la cinta sobresalió del resto de las producciones del género por sus impresionantes secuencias llenas de adrenalina y testosterona bajo una estética neon-noir, uniéndose a la lista de títulos que han acudido a esta particular estética para crear los mundos donde habitan sus personajes como "Nightcrawler" (2014), "Drive" (2011) y por supuesto la emblemática "Blade Runner" (1982). Luego del gran éxito de "John Wick", su tándem creador siguió caminos separados, y mientras Stahelski se enfocó en la preparación de la secuela "John Wick 2" –estrenada hace unos meses– y en la actual producción de "Deadpool 2", Leitch canalizó su creatividad a la preparación de un nuevo filme de acción pero ahora con una mujer como protagonista. Así es como llegamos a "Atomic Blonde", adaptación a cargo de Kurt Johnstad de la novela gráfica "The Coldest City", escrita por Anthony Johnston, ilustrada por Sam Hart y publicada en 2012 con la ciudad de Berlín aún dividida por el vergonzoso muro durante la Guerra Fría como telón de fondo. En este contexto se mueve Lorraine Broughton (Charlize Theron), una agente del MI6 con la misión de encontrar una lista que otro agente recién asesinado intentaba hacer llegar al lado oeste de la capital alemana, y que contiene nombres clave de los agentes encubiertos que trabajan en la parte este. Pero la misión se complica cuando nadie es quien dice ser y las traiciones y dobles identidades se manifiestan.

Sí, es verdad que estamos ante una propuesta con más estilo que sustancia –si la analizas un poco más a fondo veras que la trama apenas está sostenida con pinzas–; pero lo principal aquí son las sensacionales peleas hiperestilizadas con el estridente soundtrack sonando al fondo. No obstante, es importante señalar que pocas veces hemos visto una protagonista como Lorraine. Se trata de una mujer ruda y sin concesiones con sus enemigos; estamos frente a una agente que podría enfrentarse sin ningún problema a colegas como James Bond, Jason Bourne o Ethan Hunt, y seguramente podría vencerlos fácilmente. Pero lo importante es la otra parte de Lorraine, la que explota su feminidad a diferencia de otras heroínas representadas en la gran pantalla que son obligadas a dejar de lado ya sea su feminidad o sus emociones para convertirse en figuras empoderadas –recordemos sólo a una andrógina Sigourney Weaver rapándose en "Alien 3" o a Angelina Jolie con sus atuendos masculinizados en "Tomb Raider"–. El caso de Lorraine es distinto, y en un caso muy similar al de la reciente "Wonder Woman", de Patty Jenkins, la heroína se muestra vulnerable emocionalmente... aunque sea por breves instantes; el personaje interpretado de manera fantástica por la actriz sudafricana no sólo resalta su feminidad con ajustados y sensuales atuendos y accesorios que combinan con su platinada cabellera, sino que se le permite mostrarse vulnerable también en lo físico mediante las escenas donde atiende las heridas causadas por los gajes del oficio.

"Atomic Blonde" se presenta como una eficiente combinación de la hiperestilización visual neon-noir con las brutales escenas de acción que hicieron sobresaliente a la saga de Jason Bourne –donde Leitch trabajó como asesor profesional de las secuencias de pelea–; de esta manera nos encontramos con largas tomas en las escenas de acción –característica poco común en el género–, sobresaliendo dos secuencias memorables: la primera es una pelea a puño limpio detrás de la pantalla de un cine donde se proyecta la mítica "Stalker" (1979), del maestro Tarkovski –sin duda un homenaje que todo cinéfilo sabrá apreciar–; y la segunda, una de las secuencias climáticas que, mediante el impecable uso de cortes invisibles, emula un frenético plano secuencia de más de quince minutos y una de las mejores peleas del cine en el nuevo milenio. Además, el filme suma puntos gracias a la curaduría que conforma el fantástico soundtrack repleto de los éxitos que entonces dominaban la programación de MTV como "99 Luftballons", "Hungry Like the Wolf", "Just Like Heaven", "Father Figure", "Cat People", "I Ran (So Far Away)", "Killer Queen", "Under Pressure" y un largo etcétera. Hay tal cantidad de música en el filme que podríamos considerarlo como un extenso –e hiperviolento– videoclip ochentero. Y si el público de "John Wick" la volvió una película de culto, entonces "Atomic Blonde" se merece un lugar en el olimpo del cine de género del nuevo milenio, pues es igual de dinámica y visualmente atractiva... y no tiene una trama ridícula.

ATÓMICA Atomic Blonde | 2017 | Dir. David Leitch | Actores: Charlize Theron, James McAvoy, Eddie Marsan, John Goodman, Toby Jones, James Faulkner, Roland Møller, Sofia Boutella, Bill Skarsgård, Sam Hargrave, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Til Schweiger, Barbara Sukowa.

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