VIVA, de Paddy Breathnach
El nombre del realizador irlandés Paddy Breathnach seguramente no dice mucho al gran público mexicano. Y es que pese a que sus dos primeros filmes –el drama "Ailsa" (1994) y la comedia de acción "I went down" (1997)– llamaron atención de la crítica, su carrera pronto cayó en un bache del que parecía imposible que fuera a resurgir al ofrecer películas bastante irregulares que no convencieron en lo más mínimo; aunque es justo subrayar que su linaje fílmico siempre se ha caracterizado por ser lo bastante ecléctico y con gran autenticidad como para experimentar en los terrenos del romance –"Blow Dry"(2001)–, la comedia –"Man about Dog" (2004) y el horror –"Shrooms" (2007)–. Con "Viva" –su séptimo largometraje y el que marca su regreso luego de "Freakdog" (2008), además de representar su incursión en el cine hispanoparlante–, nos transporta a la Cuba contemporánea para acercarnos a la historia de un conflictivo reencuentro entre padre e hijo, configurando con ello un conmovedor canto a la vida y al amor familiar.
Jesús (Héctor Medina) es un adolescente cubano que a sus 18 años sobrevive en La Habana peinando a las señoras del barrio y arreglando pelucas para los shows de drag queens de un cabaret clandestino propiedad de un travesti conocido como Mama (Luis Alberto García), una suerte de figura materna que, además, en ocasiones juega el papel de guía espiritual del chico que justamente está en busca de su verdadera identidad sexual. La vida de Jesús da un giro radical cuando su padre Ángel (Jorge Perugorría), otrora célebre boxeador al que se le creía muerto, sale de prisión y busca a su hijo para regresar a vivir con él en el deteriorado departamento que, luego de la muerte de su madre algunos años atrás, a duras penas puede mantener. Este inesperado reencuentro es el detonante de la trama de la película que, aunque no siempre logra escapar de los lugares comunes o los personajes esquemáticos, sí demuestra un sobrado compromiso con la historia y comprueba la sensibilidad de su artífice al aproximarse con respeto a la comunidad drag queen que tanto le atrajo cuando visitó isla en 1996, sorprendiéndole que esta marginal subcultura sexual pudiera florecer en pleno régimen castrista.
La historia de la cinta es ya conocida; la premisa del padre intolerante y el vástago adolescente sensible ya ha sido expuesta en cantidad interminable de filmes LGBT; sin embargo, Breathnach echa mano de su dominio narrativo y recupera esa voz propia tan potente de sus primeros filmes para contar un relato que, sin exponer sorpresa alguna o caracterizarse por su originalidad, logra sobresalir principalmente por las excelentes interpretaciones de su elenco central en el que sobresale Héctor Medina, el prometedor talento que encarna al joven protagonista con delicadeza, gracia, coraje y ternura, otorgándole con ello los matices necesarios a un personaje del que observamos atentamente su evolución a lo largo de los cien minutos de metraje. La propuesta formal, por su parte, es otra de las principales bazas del filme y es lograda gracias a la encomiable labor de fotografía de Cathal Watters, quien hace uso del contraste entre la decadencia arquitectónica de las zonas castigadas de la Habana con su elegante y vibrante colorido, y que se combina de manera orgánica con el score compuesto por Stephen Rennicks así como con la acertada curaduría musical que interpretan las drag queens, sobresaliendo temas de grandes exponentes latinas como Blanca Rosa Gil, Gina León, Rosita Fornés, Annia Linares, Massiel y Cacho Castaña.
"Viva", película producida por Benicio del Toro y seleccionada por Irlanda como su representante para competir por una nominación al Oscar como Mejor Película Extranjera llegando a colocarse entre las nueve semifinalistas antes de ser seleccionadas las cinco nominadas definitivas, expone el drama de buscar una identidad propia en un entorno familiar con padre autoritario que, a su vez, se encuentra en busca de la redención, el perdón y el amor de una familia que él mismo se encargó de fracturar. Y aunque el guión de Mark O'Halloran roza peligrosamente la estructura del cine de fórmula y no se arriesga a criticar la precaria situación económica de la isla y las drásticas medidas que sus habitantes tienen que tomar para sobrevivir, la sensibilidad del cineasta, la frescura de su puesta en escena y su potencia interpretativa la convierten en una cinta que se aleja del chantajismo emocional que caracteriza a la mayoría de los dramas «made in Hollywood» y resulta una película conmovedora y entrañable por apelar de manera genuina y honesta a los sentimientos y emociones del espectador.
VIVA 2015 | Dir. Paddy Breathnach | Actores: Héctor Medina, Jorge Perugorría, Luis Alberto García, Renata Maikel Machín Blanco, Luis Manuel Álvarez.